El libro
comienza con la llegada de Thomas al laberinto. Una llegada que desato un mar
de sucesos inesperados.
El Área está
dividida en cuatro sectores, donde se encuentran los Jardines, el matadero, la
finca y las lapidas.
Y como
olvidar al laberinto. Todos los días, los corredores salen a tratar de
descifrar los nuevos códigos y buscar una manera de salir de aquel lugar. Un
lugar al cual no saben cómo llegaron, ni quienes los enviaron, apenas saben sus
nombres y la única forma de recordar es teniendo que pasar por la
transformación, lo que se resume a ser pinchado por un penitente.
Thomas desde
un principio supo que quería se corredor, y, por alguna razón, sentía que ya
conocía ese sitio, como si ya hubiera estado antes…
Teresa llegó
pocos días después que el protagonista, cosa que no acostumbraba a pasar,
diciendo “Todo va a cambiar” y con un mensaje: “Ella es la última”
Y todo
cambio, los alimentos dejaron de llegar, y las puertas del laberinto, que se
cerraban entrando la noche para evitar la entrada de los penitentes a su “zona
segura” no volvió a cerrarse.
Todas las
noches se llevarían a uno, pero no podían sentarse a esperar que acabaran con
todos.
CRUEL, es bueno.
¡Guau! Tuve
este libro por un año sin animarse a leerlo y cuando lo hice fue una aventura
increíble. No sabía que pensar del género, y mi único interés era que en la
película estaba Dylan O´Brien como Thomas, pero cuando comencé no pude parar.
Fue
increíble, en los momentos en los que no estaba leyendo sentía la necesidad de
volver a estar junto a ellos sintiendo como la adrenalina crecía. Cada
personaje me provocaba un sentimiento distinto, y la forma de escribir de
Dashner, es algo que no se ve todos los días.
Lloré, me
reí, y viví cada momento con ellos.
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